TARTA VELVET
La semana pasada fue el cumpleaños de mi hija Laura y para celebrarlo hicimos esta Tarta Velvet. La receta la sacamos siguiendo los pasos de #recetasdeescandalo, aunque la modificamos un poco; al final lo explico.
Su receta es así:
"Ingredientes para la tarta Red
Velvet americana (2 moldes de 20 cm o 3 moldes de 18 cm):
- Para los
bizcochos:
- 130 gr de
mantequilla sin sal.
- 270 gr de
azúcar blanco.
- 2 huevos
M.
- 300 gr de
harina de trigo.
- 1
cucharada sopera de cacao puro en polvo.
- 1
cucharadita de postre de bicarbonato.
- Buttermilk:
230 gr de leche entera y 1 cucharada sopera de zumo de limón.
- 1
cucharadita de postre de colorante en gel rojo. Yo utilizo el colorante
extra rojo en pasta de Sugarflair y es el único que he probado con el que
el color queda así de intenso.
- 1
cucharadita de postre de vinagre de vino blanco.
- 1
cucharadita de esencia de vainilla o aroma de vainilla.
- Para la
cobertura de queso:
- 150 gr de
mantequilla sin sal.
- 200 gr de
azúcar glas.
- 600 gr de
queso crema.
Preparación, cómo hacer la receta de la
tarta Red Velvet americana:
1. Como
necesitamos que la mantequilla esté cremosa o lo que se conoce
como pomada, sácala de la nevera al menos una hora o dos antes. Si te no te has
acordado de hacerlo tiene solución ya que puedes cortarla en cubitos y así con
media hora suele ser suficiente o, si tienes más prisa aún, introduce el
recipiente en el microondas durante unos segundos hasta que veas que ya no está
tan sólida pero que en ningún momento llegue a derretirse.
2. Para
preparar el buttermilk pon la leche en un recipiente o vaso y
añade el zumo de limón. Remueve un poco con una cuchara y deja que
repose unos 10 minutos para que la leche se corte ya que es el resultado que
buscamos. Es así de sencillo de elaborar en casa y va genial para la textura y
sabor de recetas de repostería como ésta.
3. Pon
un colador encima de un bol y echa encima la harina, el bicarbonato y
el cacao puro en polvo y hazlos pasar a través de él
sujetándolo con una mano y golpeándolo suavemente con la otra. A este proceso
se le llama tamizar y sirve para que caigan sin grumos ni apelmazamientos. Mézclalo
toco un poco con una cuchara.
4. Pon
en otro bol (amplio, será en el que finalmente lo juntaremos todo) la mantequilla con
el azúcar y bátelos hasta conseguir una mezcla homogénea y
esponjosa. Puedes batir con un robot, con unas varillas manuales o con unas
varillas eléctricas como he hecho yo.
5. Casca
un huevo, incorpóralo al bol en el que están la mantequilla con el
azúcar y bate hasta que se integre bien. Haz lo mismo con el otro huevo.
6. Echa
en el recipiente del buttermilk el resto de ingredientes
líquidos: el colorante rojo, el vinagre y la vainilla.
Mezcla bien con ayuda de una cuchara.
7. En
el bol de la mantequilla y el azúcar echa
aproximadamente la mitad de los ingredientes secos y todos
los líquidos y mezcla bien pero sin batir para mantener la
esponjosidad de la mezcla. Simplemente puedes utilizar unas varillas manuales y
mezclarlo todo haciendo círculos.
8. Finalmente
añade el resto de los ingredientes secos y mezcla hasta que el
aspecto sea homogéneo.
9. Precalienta
el horno a 170ºC con calor arriba y abajo, sin aire ni ventilador.
10. Abre
cada uno de los dos moldes, pon sobre cada base papel de horno y ciérralos de
nuevo, esto facilitará el desmoldado después. También me gusta untar los
laterales con un poco de mantequilla, suelo hacerlo con mis propios
dedos o con un pincel de cocina.
11. Reparte
la masa en los dos moldes y cuando el horno haya llegado a la
temperatura, introduce los moldes sobre una rejilla en el horno a altura media
y deja que se horneen unos 25-30 minutos. Cuando llevan unos 25 minutos suelo
hacer la prueba del palillo que consiste en introducir un palillo en el
bizcocho, y si sale limpio es que está listo, pero si no es así lo dejo unos
minutos más. En este caso es posible que salga con un poco de color rojo, pero
con «limpio» me refiero a que no salga con masa pegada, señal de que le falta
un poco de horneado.
12. Coloca
los moldes sobre una rejilla para que se enfríen un poco durante 10 minutos y a
continuación desmolda los bizcochos con cuidado y envuélvelos
por separado con papel film para retener la humedad y que queden muy jugosos.
13. Yo
lo que hago para que queden lo más lisos posibles es colocarlos boca abajo, de
forma que la parte superior que suele quedar más abultada se alise.
14. Mételos
al momento en la nevera y déjalos reposar un mínimo de 4 horas aunque a mi me
gusta prepararlos el día anterior.
15. Para
preparar la cobertura recuerda que también necesitamos la
mantequilla cremosa así que sácala de la nevera con antelación o haz el truco
del microondas.
16. Pon
la mantequilla en un bol junto con el azúcar glas y
mezcla bien, ya sea con un robot amasador (como he utilizado yo) o bien unas
varillas manuales o eléctricas.
17. Después
incorpora el queso crema (hazlo en 3 tandas, echando 200 gr,
mezclando y a continuación los siguientes) y mezcla bien hasta que el resultado
sea homogéneo y esponjoso, sin grumos de queso.
18. Saca
los bizcochos de la nevera y córtalos por la mitad. También podrías dejarlos
tal cual y tener una tarta con solo 2 capas pero visualmente es mejor 4 y
además al mezclarse más con la cobertura la combinación es fantástica.
19. Para
cortar los bizcochos el utensilio más conveniente es una lira
como la que estoy utilizando yo, pero también podéis usar un cuchillo largo e
incluso tipo jamonero, y hay quien los corta con un hilo bien tensado.
20. Para
rellenarlos voy colocando los bizcochos tal cual, es decir, primero la parte de
abajo de uno, unto con cobertura y coloco encima la parte de
arriba de ese mismo bizcocho y sigo. Para extender la cobertura lo ideal es
utilizar una espátula aunque una lengua de cocina o similar también os puede
servir.
21. Hay
que untar las 3 capas intermedias y cuando esté todo el bizcocho montado, hacer
una capa final por fuera. Mi recomendación es que para las capas intermedias
uses la mitad de la cobertura y reserves la otra mitad para fuera, aunque
realmente depende de la decoración que quieras hacer. Yo la he dejado al modo
«rústico», simplemente cubriéndola pero sin perfeccionar bordes y demás y
dejando que se aprecien un poco los bizcochos por fuera. También puedes
utilizar una manga pastelera para ir cubriendo las capas internas y también la
externa."
Del rellenos, nos sobró un poco, quizás lo podíamos haber repartido mejor.
La tarta quedó muy vistosa, la cubrimos con parte del relleno y decorada con estrellitas. Se
pueden ver las fotos.
Su sabor era muy rico, pero quizás un poquito seca, así que le pusimos un almíbar para que estuviera más jugosa, y resultó espectacular!!.
El almíbar lo hicimos con una 1/2 tacita de coñac, 1,5 tacita de agua y 1,5 tacita de azúcar. Dejar hervir unos minutos y enfriar. Y ya listo para mojar el bizcocho.
Es entretenida de hacer, pero no difícil, y sabe muy rica¡¡
Espero que os guste.